domingo, 15 de junio de 2014

Desarrollo Psicosocial y gateo

Cualquier persona que haya presenciado el proceso de desarrollo de un niño no puede sino maravillarse. A pesar de que todo ese proceso se puede documentar y explicar científicamente, sólo cabe el asombro cuando en muy pocos meses un ser que al inicio es dependiente y hasta incompleto, se va transformando en una persona, capaz de comunicarse, moverse y operar sobre su entorno.
Este proceso no ocurre mágicamente, como está claro. Existen múltiples mecanismos que facilitan y hacen posible el despliegue de capacidades que yacen dormidas en el cerebro del recién nacido. Estos mecanismos se van activando con el tiempo y actúan como puertas a estadios más avanzados del desarrollo. Así, al principio, el bebé es capaz de succionar, lo que le permite, a la vez, alimentarse y protegerse con la leche materna; después es capaz de sostener la cabeza, lo que le brinda la capacidad de echar un vistazo más claro al mundo que lo circunda; después empieza a balbucear, lo que es un ensayo para el desarrollo del lenguaje… Así, el nuevo ser da muchos pequeños pasos que a la postre lo llevan muy lejos: descubrirse las manos, reconocer la voz de su madre, expresarse a través del llanto, sonreír.
En este abanico de mecanismos y procesos, el gateo cumple un papel fundamental, porque al gatear, el niño trasciende el encierro de su propio cuerpo y descubre un mundo más amplio que él mismo.
Gatear implica uno de los primeros pasos hacia la autonomía que da el ser un ser humano; al  gatear se empieza a romper el cerco de la dependencia y el niño empieza a experimentar la posibilidad de elegir por él mismo. Es un ensayo sumamente precario, claro está, que exige supervisión y apoyo de los cuidadores, pero estas primeras acciones marcan la diferencia entre la autodeterminación y la dependencia.
Muchas veces, cuando se realizan entrevistas con padres y madres de familia, al recoger la historia longitudinal se escucha: “él no gateó, yo no lo dejaba, me daba mucho miedo: que se golpeara, se ensuciara, se enfermara”. Este tipo de relatos, casualmente, coinciden con niños inseguros y dependientes, porque esta conducta excesiva de protección tiende a repetirse a lo largo de la historia de crianza.
El niño que gatea, en cambio, enseña también al padre de familia que, efectivamente, tiene que ensuciarse, golpearse y enfermarse para crecer. Este aprendizaje, doloroso para ambos, encamina al nuevo ser y a los adultos que lo acompañan en la ruta del desarrollo de la autonomía, es decir, en a la comprensión de que esa nueva persona debe lograr valerse por sí misma para ser feliz y útil a la sociedad, y que ese valerse por sí misma conlleva riesgos con los que es necesario aprender a vivir.
Por eso, así como al gatear se empieza a descubrir el mundo y a decidir sobre las posibilidades que este ofrece, al observar al bebé que gatea el adulto descubre, de pronto, que no ejerce posesión sobre él, sino solo protección y que protegerlo exige también, permitirle que adquiera las herramientas para desenvolverse exitosamente en un mundo plagado de riesgos y de opciones.

sábado, 14 de junio de 2014

Desarrollo Cognoscitivo

El desarrollo cognoscitivo durante la primera infancia es muy importante para el niño. Durante esta etapa los niños son capaces de absorber gran cantidad de información en muy poco tiempo, y por ello la estimulación adecuada es fundamental.
Existe una serie de enfoques que explican de diferente forma el desarrollo cognoscitivo de los bebés utilizando diferentes perspectivas para hacerlo. Dos de ellos serán mencionados a continuación ya que se considera que explican de forma adecuada este proceso.
De acuerdo con Piagent, de los cero a los dos años el niño se encuentra en la etapa sensorio motríz, durante la misma, los  bebés aprenden del mundo a través de los sentidos, pasando de los reflejos primitivos a las primeras nociones de pensamiento y memoria así como la ejecución de acciones con sentido.
De la misma forma, Vygorsky, desde su enfoque contextual social, indica la importancia de la participación guiada, la cual indica la interacción con adultos, las cuales ayudan a estructurar las actividades de los niños.
Así como el ser humano aprende mediante la utilización de los sentidos, no lo hace de forma individual, sino  que requiere de guías y es por ello que primero mediante la participación guiada y más adelante con la zona de desarrollo próximo, los niños consiguen desarrollar su capacidad cognitiva.

Desarrollo y Genes

El proceso de desarrollo durante la infancia (y durante toda la vida del ser humano), esté dirigido por dos poderosas fuerzas: la predisposición biológica y el contexto social en el que la persona de desenvuelve.
Ambas son influencias azarosas, sin embargo, el desarrollo científico de los últimos 150 años nos permite comprender los mecanismos que subyacen a la trasmisión de determinados contenidos genéticos entre las generaciones.
En primera instancia, el nuevo ser es fruto, necesariamente, de la mezcla de los genes de su padres. Esto produce la variabilidad genética tan necesaria para la sobrevencia de la especia. Esto hace además, que sea menos probable la manifestación fenotípica de genes más raros o menos favorables (conocidos como genes recesivos). El hecho de que el nuevo ser sea una mezcla de genes constituye un mecanismo biológico que tiende a incrementar su posibilidad de sobrevivir.
No obstante lo anterior, la trasmisión genética es un proceso complejo, que puede estar marcado por mutaciones. No hay garantía, en este proceso, de que no se trasmitan genes menos aptos o, que el material genético trasmitido, no vaya a sufrir alguna alteración. Y dado que los genes condicionan a la persona, cualquier defecto o anomalía a este nivel tiende a ser crónica, pues permanecerá inscrita de por vida en el código genético del individuo.
Sin embargo, aquí es donde entra en escena la segunda gran fuerza del desarrollo: la social. Si bien, en el proceso de generación de un nuevo ADN (ocurrido en las horas posteriores a la fecundación), pueden trasmitirse genes menos favorable o ocurrir algún tipo de mutación, los avances de la medicina han permitido que el ser humano intervenga para reparar o menguar el efecto negativo que puede resultar de este proceso. Por ejemplo, es posible realizar una operación que repara el defecto congénito del labio leporino, lo que mejora de manera considerable la calidad de vida de quien lo presenta.
Prueba de tamizaje
En esta misma línea, en nuestro país, a partir de inicios de la década de 1990 se practica la prueba de tamizaje. Esta prueba consiste en la detección de determinados defectos congénitos y se realiza a la totalidad de niños nacidos el día 4 después de su nacimiento. La realización de esta prueba permite que se le brinde atención oportuna a quienes presentan estos defectos, lo que impide que lleguen a mostrar las secuelas resultantes de su no atención. La prueba de tamizaje impide, por ejemplo, el desarrollo de deficiencias cognitivas gracias a la acción preventiva y correctiva oportuna de enfermedades como el hipotiroidismo congénito o la galastosemia.

En un futuro es posible que la ingeniería genética logre reparar estos defectos en momentos todavía más tempranos de la vida humana, lo que muestra que muchas veces la curiosidad y perseverancia de nuestra especie pueden trascender la dimensión genética en aras del bien común.

lunes, 9 de junio de 2014

Desarrollo Prenatal y Nacimiento

Etapas del desarrollo prenatal

Fertilización
Consiste en el proceso de unión del óvulo y el espermatozoide (gametos) y forman una sola célula llamada cigoto, que se continúa dividiendo para producir todas las células que conformarán al bebé.


Etapa Germinal
De la fertilización a dos semanas.
El cigoto se implanta en la pared del útero y continúa su división. Se convierte en una esfera que flota libremente por el útero durante unos días y se implanta en la pared del útero.
Antes de la implantación se inicia la diferenciación celular, produciendo que células del bode del blastocito se acumulen a un lado y formen el disco embrionario. Además se desarrollan la cavidad amniótica, la placenta y el cordón umbilical.
Se considera que esta etapa es crucial para el desarrollo del nuevo organismo ya que de ella se desarrollan las estructuras básicas para que el crecimiento del individuo se dé de una forma óptima.

Etapa Embrionaria
De dos a ocho semanas.
Se desarrollan los sistemas y órganos corporales. El embrión es más vulnerable a las influencias del entorno prenatal por lo que existe la posibilidad de que se produzca un aborto espontáneo o que ocurra un defecto en un aparato o estructura. Los defectos que ocurren en etapas posteriores del embarazo son menos graves.
Durante esta etapa se forma con rapidez los principales aparatos y sistemas del organismo.
Los hombres son más propensos  a ser abortados que las mujeres, para contrarestar esto, se engendran al rededor de 25% más hombres que mujeres.
Es importante denotar cómo la naturaleza ha logrado resolver la condición de mayor mortalidad de los hombres en etapas tempranas del desarrollo para así mantener una proporción hombre/mujer similar, mediante la mayor concepción de varones. Se considera que esta equidad entre los géneros es fundamental para que la sociedad se desarrolle de la mejor forma.

Etapa Fetal
De ocho semanas hasta el nacimiento.
La aparición de las primeras células oseas marca el l inicio de esta etapa. El feto crece rápidamente hasta alcanzar al rededor de 20 veces su longitud inicial, aumentando la complejidad de sus órganos.
Los movimientos y actividad del feto varían dependiendo de cada individuo, sin embargo los fetos masculinos generalmente se mueve con más vigor  que los femeninos.
Desde meses tempranos, el feto mantiene interacción con su madre, respondiendo a la voz, latidos y vibraciones.
La diferenciación de género masculino y femenino es evidente desde etapas prenatales, lo que en edades adultas, favorecerá la complementaridad entre los sexos.

Influencias ambientales del desarrollo
Existe una serie de factores externos que pueden favorecer o limitar el desarrollo de la nueva vida, entre ellos es posible mencionar:

  • Nutrición y peso de la madre: Las mujeres embarazas requieren de 300 a 500 calorías diarias adicionales. Tanto mantenerse desnutrida como subir mucho de peso puede repercutir de forma negativa en el bebé y en la salud de la madre.
  • Consumo de drogas: La gran mayoría de sustancias puede cruzar la placenta, por lo que la ingesta de drogas en mujeres embarazadas produce que estas también tengan efecto en el feto. Esto mismo ocurre con el alcohol, el cual es una de las primeras causas de retraso mental. También es importante identificar los medicamentos que la madre puede consumir ya que estos, al ser de cierta manera drogas, también pueden llegar a afectar al bebé.
  • Enfermedades de la madre: Existe un número importante de enfermedades que pueden producir condiciones de salud y discapacidad específicas en el bebé, por lo que la madre debe ser especialmente cuidadosa en su salud para así favorecer el correcto desarrollo del niño por nacer.
  • Ansiedad y estrés maternal: Dosis moderadas de ansiedad pueden contribuir al desarrollo del feto. Sin embargo, el presentar estrés mal manejado, puede causar malformaciones y problemas de conducta.
  • Edad de la madre: Existen edades óptimas para que una mujer quede embarazada, la cual podría establecerse entre los 20 y los 30 años. Ya que hijos de madres adolescentes pueden presentar bajo peso al nacer o ser prematuros, mientras que conforme va aumentando la edad de la madre,existe una mayor posibilidad de que se presenten problemas congénitos y anomalías cromosómicas, retraso en el desarrollo del feto, entre otras.
Mecanismo Hereditarios
Los factores hereditarios son las características innatas, heredadas de los padres biológicos que influyen en el desarrollo.

Herencia dominante y recesiva
Los genes que pueden producir expresiones alternativas de una característica se conocen como alelos. Si los alelos son iguales en un rasgo, la persona es homocigota en ese rasgo, pero si son diferentes, la persona es heterocigota. Cuando se da la herencia dominante, el rasgo se desarrollará de acuerdo al alelo dominante. En el caso de que la herencia sea recesiva, el rasgo se presenta únicamente si ambos alelos son recesivos.

Anomalías genéticas y cromosómicas
Existen una serie de defectos cromosómicos que pueden presentarse, los cuales se indican en la siguiente imagen:


Tipos de Partos: 
Parto vaginal: Se produce la labor de parto, la cual consiste en una serie de cambios uterinos, cervicales y otros conocidos como parición. Al rededor de los 266 días de gestación (en bebés a término) ocurren las contracciones uterinas. Esta labor se da en tres etapas:

  1.  Primera etapa: Dura de 12 a 14 horas. Las contracciones uterinas constantes y que aumentan en frecuencia dilatan el cuello uterino.
  2. Segunda etapa: Dura una o dos horas. Las contracciones se vuelven más fuertes y frecuentes. Comienza cuando la cabeza del bebé empieza a pasar por el cuello al canal vaginal y termina cuando pasa completamente por el cuerpo de la madre.
  3. Tercera etapa: Dura alrededor de sesenta minutos, y consiste en la expulsión de la placenta y el resto del cordón umbilical.
Parto por cesárea: Consiste en sacar al bebé del útero a través de una incisión en el abdomen de la madre. Se recomienda cuando el trabajo de parto avanza con demasiada lentitud, parece que el feto está en problemas o cuando la madre presenta una hemorragia vaginal.

A continuación un excelente documental sobre embarazos múltiples:

Exámenes físicos posteriores
Existen una serie de instrumentos y pruebas que se realizan posteriores al nacimiento del niño para determinar la idoneidad de su estado general, entre ellas están:
  • Escala de APGAR: Mide 5 áreas del desarrollo y  se aplica al minuto después del parto y posteriormente a los 5 minutos. Los parámetros que utiliza son: Apariencia, Pulso, Gestos, Actividad y Respiración y la calificación de cada uno es de 0 a 2. Al realizar la sumatoria una calificación de entre 7 y 10 indica que el menor tiene un estado muy bueno o excelente; menos de 7 signifk 4 indica que el recién nacido requiere tratamiento inmediato para salvar su vida.
  • Escala de Brazelton: Es una prueba neurológica y conductual para medir las respuestas del recién nacido al ambiente.
  • Exploración neonatal de condiciones médicas: Revela defectos tratables como la fenilcetonuria.
El cuidado prenatal es fundamental para que el nuevo individuo que está por nacer tenga un desarrollo adecuado. Si la madre es descuidada en algún punto de este cuidado, podría producir un sin fin de condiciones, desde bajo peso al nacer hasta trastornos cromosómicos. Por ello es importante inculcarlo en las nuevas madres para que sus hijos tengan las mejores posibilidades de nacer sanos y con mejores oportunidades en su vida.